La integración de las cajas de ahorro aragonesas, una vez culmine su «bancarización» y el proceso decididamente reabierto, es una noticia muy positiva para nuestra comunidad. En un sector financiero altamente competitivo y globalizado, condicionado por la difícil situación económica y por una agitada y radical transformación, contar con una entidad con liderazgo, capaz de afrontar las actuales turbulencias y el futuro, con trayectoria y sede (operativa, social, fiscal) por completo en Aragón, es una opción óptima, sin duda mejor para los intereses de la comunidad que la prevista hace unos meses u otras alternativas, y que nos habla de la gestión llevada a cabo en estas cajas y su vocación netamente aragonesa.

Los actos que a lo largo de la próxima semana, conmemoran el aniversario del referéndum que ratificó la Constitución española en 1978 alcanzan un significado especial en las actuales circunstancias y suponen además una ocasión muy oportuna para reafirmar sus valores, que el PAR defiende con convicción y rotundidad.

Las elecciones autonómicas que celebra Cataluña este domingo merecen atención desde Aragón, como corresponde a una comunidad vecina con la que no sólo compartimos en su integración durante siglos en la Corona de Aragón y la contribución común al proceso de construcción y consolidación de España a lo largo de más de quinientos años, sino muchas cuestiones de importancia para el futuro, además de los lazos que supone la vecindad que propicia intercambios económicos y sociales cotidianos, así como la presencia de decenas de miles de aragoneses residiendo en Cataluña especialmente desde la emigración de los años 60 y 70 del siglo pasado.

El PAR mantiene plena confianza y acción sobre las posibilidades de nuestra comunidad para impulsar su desarrollo y el empleo, y para ser competitiva ante otros territorios, generando nuevas oportunidades. En este sentido, apuestas firmes del PAR en su programa y en la tarea de sus representantes institucionales como los casos de Walqa, Motorland, Dinópolis, la defensa del carbón, las energías renovables, el Pacto del Agua o incluso el autogobierno y la bilateralidad Aragón-Estado… revelan la capacidad de gestión de las gentes del PAR, la importancia para Aragón de estas iniciativas y su enorme potencial en la generación de puestos de trabajo directos e indirectos. En estas semanas, al cumplirse el décimo aniversario de Walqa, conocer los datos sobre producción aragonesa de energías limpias, perseverar -esta vez en Bruselas- en los criterios sobre el futuro de la minería, publicarse la convocatoria de ayudas a la industria, avanzar en el aprovechamiento del agua mediante las balsas del Matarranya o confirmarse el incremento pactado en los Presupuestos del Estado, es buen momento para recordar esta convicción, sentir un legítimo orgullo y apoyar con tesón esa labor y esas ideas.

El PAR considera que el VI Centenario de la Concordia de Alcañiz y del Compromiso de Caspe trasciende, como en todos los hechos históricos de esa magnitud, de la relevancia decisiva que alcanzaron en su día para transformarse en experiencias sociales que deben valorarse permanentemente para extraer sus enseñanzas. No sólo esto, sino que además, constituyen señas de identidad del pueblo aragonés que ha integrado en su personalidad, la cultura del diálogo, el pacto y la colaboración frente a las dificultades.

El PAR ratifica con mayor fuerza su decidido autonomismo basado en el respeto hacia la comunidad histórica que es Aragón en el marco del conjunto de España.

El ‘peso político’ de Aragón en el conjunto de España está condicionado actualmente por la relativa representación de nuestra comunidad, determinada por la demografía, en el principal foro institucional de decisión, es decir, las Cortes Generales. Esta es la situación descrita con pleno realismo y sentido práctico que, junto a la confianza en la capacidad de los aragoneses y de la Comunidad para ganar el futuro por sí mismos, el orgullo por nuestra identidad y un ideario de esperanza basado en un modelo propio de sociedad y de Aragón, respetado por su importancia dentro de España, forman parte de la esencia del PAR.

El Partido Aragonés considera que la bilateralidad entre Aragón y el Estado tiene un fundamento sólido en nuestra Autonomía y en la práctica se expresa de manera muy concreta a través de la Comisión Bilateral de Cooperación Aragón-Estado que, como ha señalado nuestro presidente, José Angel Biel, es un órgano «de especial trascendencia para las relaciones Aragón-Estado y representa un cumplimiento estricto del Estatuto». La Comisión se reunirá el próximo lunes.

Por su ubicación en el noreste de España, Aragón ha de jugar un papel central en el conjunto del Estado y trabajaremos para que se entienda así en Madrid y Bruselas», con el fin -entre otros- de «abrir los Pirineos por su parte aragonesa tenga rango de proyecto de Estado, en lo que respecta a la Travesía Central y a la reapertura del Canfranc, ya que ambas son básicas para España, Portugal y Marruecos» y para el desarrollo y el empleo en nuestra comunidad. (Los entrecomillados corresponden al Programa electoral PAR 2011).

El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2013 no se corresponde con el trato que Aragón y los aragoneses merecemos. La dependencia de decisiones ajenas y la deuda secular hacia nuestra comunidad que persiste en materia de grandes infraestructuras -decisivas para la recuperación económica, el desarrollo y el empleo-, agravan aún más, si cabe, las carencias de ese proyecto.

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