Moderación y compromiso con Aragón

Por Jesús Guerrero.
Portavoz del Grupo del Partido Aragonés en las Cortes de Aragón

A lo largo de su historia el PAR ha sido y es un partido capaz de llegar a acuerdos para favorecer el futuro y el desarrollo de Aragón como ha dicho en más de una ocasión su presidente, Arturo Aliaga.

Cuando Aliaga llegó a la presidencia en el XIV congreso del partido (junio/2015) con un apoyo del 83,3%, después de ganar unas primarias, lo hizo bajo el compromiso de trabajar para conseguir un Aragón más “moderno, dinámico e integrador» en el que el PAR pudiera favorecer acuerdos desde la moderación y el compromiso con los aragoneses. Y creo firmemente que ese es el camino y el propósito de mi presidente. Lo fue entonces y lo es ahora.

Recuerdo con meridiana exactitud el tremendo trabajo que realizó Aliaga junto a sus senadoras en Madrid hasta lograr que las Cortes Generales aprobaran 25 de las 27 enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado (2018). Aquel inteligente esfuerzo político sumado al buen talante personal se plasmó en un impensable incremento de la inversión para Aragón de 137,5 millones de euros. Ahí es nada. Ningún otro partido sin representación en la Cámara Baja había obtenido antes semejante resultado para la Comunidad Autónoma. El PAR buscó «el pacto» con el resto de formaciones políticas con tesón, diálogo y sentido común, y el objetivo se cumplió. De sus enmiendas, 117 millones de euros estaban destinados a la inversión en infraestructuras entre las que se encontraban mejoras en ferrocarriles y en la red de carreteras. Facilitar el paso hacia Europa desde Aragón a través de la línea de Canfranc era otra de las metas.

Arturo Aliaga no sé arrugó a la hora de mostrar públicamente su agradecimiento a los partidos que le apoyaron. Ese es su estilo. Su manera de hacer política.

Me consta que lleva Aragón en su cabeza. Cada pueblo de Zaragoza, Huesca y Teruel tiene su espacio. Cada alcalde, cada concejal, cada problema o demanda también. Como presidente del PAR, como vicepresidente y consejero de Industria del Gobierno de Aragón. Y cuando Aliaga debe pedir al Gobierno de la nación pide. Recientemente insistía al Ejecutivo de Sánchez que permitiera a los ayuntamientos de Aragón usar sus remanentes para reducir los gastos derivados de la pandemia y hacer frente a la crisis generada por la Covid-19, utilizando el superávit «en políticas sociales y aquellas que incentiven el empleo. “Son los verdaderos conocedores de la realidad, de la gestión del día a día», defendía. Y lo hacía como presidente del PAR. “Estoy para resolver los problemas de los aragoneses”, le he escuchado decir mil y una veces. “Desde mi partido y desde las competencias en las instituciones”. Ahora la prioridad es “resolver la crisis, crear empleo, atraer empresas… y ese es igualmente el programa del PAR”. Pero también “la estabilidad del partido”, insistía.

Un consejero de industria siempre reconocido y aplaudido. Muy respetado. El mejor, escucho en infinidad de ocasiones. El sello PAR siempre está unido a su acción política.

No hace mucho tiempo leía un artículo de Lapuente Giné, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Gotemburgo, en el que decía que la política es «lo que está en medio, entre el sistema y el individuo. La gestión de las reglas comunes». Y realmente estoy en perfecto acuerdo con él.

Es dolorosa la gran distancia emocional de la sociedad con los políticos y duele más si cabe cuando esa separación se produce dentro de una misma formación. Sería egocéntrico y falso pensar que los errores los cometen otros y los aciertos nosotros.

Quizá haya que humanizar más la política. ¿Es posible que la estemos despojando de valores?

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