Dinero y chufletes

por Roberto Rabaza. PAR / Tronchón

Es muy popular la expresión «con dineros chufletes», y es que, por primera vez en su historia, a muchos de los municipios de la Comarca del Maestrazgo va a llegar una ingente suma de euros a través del pago de las licencias de obras de los proyectos eólicos. El pago es inminente y va a llegar tras siete años desde que se planteó la posibilidad de implantación de renovables en los municipios de la Asociación Viento Alto. Se prevé que empiecen las obras en este primer trimestre del año y que duren en torno a tres años hasta la puesta en funcionamiento de los parques. El Clúster del Maestrazgo ha sido un proyecto que ha generado mucha controversia, más fuera del territorio que en el mismo ya que las posturas tomadas por los ayuntamientos favorables a su implantación han sido avaladas en dos ocasiones por elecciones municipales, demostrando que la gente está de acuerdo.

Ahora es el momento de nuestros municipios, con estos ingresos, la bonificación eléctrica y los puestos de trabajo que quedaran en el territorio para su mantenimiento, en cuanto estén los parques en funcionamiento. Puede ser un punto de inflexión para estos pueblos. No va a ser tarea fácil, pero al menos se podrá mantener unos servicios mínimos que hagan la vida agradable a aquellas personas que han apostado y apuesten por vivir aquí. Para muchos municipios tener el bar abierto, una pequeña tienda o un alguacil de tareas múltiples todo el año es un lujo para el que no siempre se tiene esa capacidad económica y presupuestaria para su mantenimiento ya que rentable por sí solo no lo es.

Considero que hay que mirar al futuro con optimismo, crear y mantener trabajo, facilitar viviendas a nuestros jóvenes y a los que quieran apostar por venir a vivir aquí. Es una época ilusionante en la política local donde todas las buenas ideas son bienvenidas, puesto que se van a poder llevar a cabo aunque no estén financiadas por la subvención de turno en su totalidad.

Para terminar, me gustaría decir, que también existe un sentimiento de nostalgia hacia la afección paisajística que vamos a tener (algunos ya tenemos afección con los parques de Castellón desde hace 20 años), que nada es gratis, que para hacer una tortilla hay que romper algún huevo y que nadie desea más lo mejor a nuestros municipios que los que vivimos en ellos.

Publicado en La Comarca

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