Este verano está siendo especialmente duro. Las altísimas temperaturas, la sequedad y la adversa climatología, entre otros, han desembocado en miles de hectáreas de superficie de monte quemado en la Comunidad Autónoma y en otros territorios de España. Miles y miles de hectáreas calcinadas; miles y miles de personas en Aragón y fuera de Aragón sufriendo por sus montes, por sus pueblos, por sus casas… Aplaudo el enorme esfuerzo de los agentes de protección de la naturaleza y de la UME; de los aragoneses de las poblaciones afectadas, de los voluntarios … Un trabajo desesperado contra reloj que merece todo mi reconocimiento. Y dicho esto, la semana viene marcada por el inicio del curso político cargado de ilusiones, trabajo y ganas de poder solucionar aquello que desde la fuerza que tenemos seamos capaces de solucionar políticamente.
En este periodo legislativo, y de momento, las Cortes de Aragón han dado luz verde a ocho nuevas leyes o reformas de otras vigentes. Entre otras, la de simplificación administrativa y la de actualización de tasas y precios públicos de Aragón, la modificación de la ley del presidente de la Comunidad y del Gobierno de Aragón y la reforma del Estatuto de Autonomía de Aragón que fija en un mínimo de 14 el número de diputados para cada circunscripción y elimina los aforamientos. Quedan trece leyes para su aprobación antes de que finalice la actual legislatura. Durante ese recorrido será muy importante trabajar con la máxima lealtad a Aragón y los aragoneses aunque entremos en año electoral. Lo primero es Aragón. Ningún partido político, desde sus ideas, debería descuidar este principio, que para nosotros es esencial. Entrar en precampaña electoral 8/9 meses antes de las elecciones no significa dejar de lado el trabajo pendiente. Hasta que llegue la realidad de las urnas el PAR seguirá arrimando el hombro en todos aquellos ayuntamientos, diputaciones y demás instituciones en las que está representado. Sin olvidar que en la cuestión público/política sería bueno recuperar la confianza de la gente, por el bien de todos.
Vamos a afrontar la recta final hasta mayo de 2023 con muchas ganas. Desde el Parlamento; desde el Gobierno de Aragón; desde las diputaciones, comarcas y ayuntamientos trabajamos para mejorar Teruel y su provincia, y Aragón entero. Que nadie olvide la generosidad del Partido Aragonés. Tenemos vocación de partido al servicio de Aragón, nuestra casa por excelencia. Hacemos defensa de los nuestro como nadie; defendemos el máximo nivel de autogobierno desde el respeto al marco constitucional, el reconocimiento de nuestros derechos históricos y un sistema de financiación autonómica suficiente, que no se ha producido. Volvemos a exigir un nuevo modelo justo con Teruel y Aragón que atienda nuestras singularidades recogidas en la ley orgánica como la despoblación que tanto sufrimos, el envejecimiento, la orografía o el carácter fronterizo que tanto encarecen la prestación de servicios .
Digo, porque así lo siento, que un PAR con fuerza en Aragón es la mayor y mejor garantía de futuro para esta tierra con enormes posibilidades. La prosperidad socioeconómica es para nosotros un objetivo irrenunciable y la defensa y la promoción cultural, incluida la gastronómica, también. Con la fuerza que tenemos gestionamos con nota sectores estratégicos como la logística, el turismo, la energía o la agroalimentación y apostamos decididamente por los sectores tecnológicos. Nuestra apuesta es reforzar la posición competitiva de las pymes y, como dice Arturo Aliaga, la captación de inversiones y el apoyo a la reindustrialización de las comarcas mineras. Tenemos tarea por delante que nadie la va a realizar por nosotros. Ya se sabe que el avance es más rápido uniendo la fuerza de muchos que dispersándola.