El PAR-Zaragoza se suma a la indignación vecinal y denuncia el vandalismo en el puerto fluvial de Vadorrey

El PAR-Zaragoza se suma a la indignación vecinal y denuncia el vandalismo en el puerto fluvial de Vadorrey

El presidente y vicepresente del PAR-Zaragoza, Jesús Martín, y José Luis Aranbillet, se han reunido con el presidente de la Asociación Iberflumen, Pablo Polo Sicilia , tras los sucesivos actos de vandalismo y agresiones que se vienen sufriendo en el puerto fluvial  de Vadorrey, donde tienen sus embarcaciones. Incluso hundieron una de ellas e intentaron robar el motor fuera-borda de la barcaza que se emplea para la Ofrenda Fluvial en las fiestas del Pilar. Se encontraron con ellos “in situ” para inspeccionar la situación que los vecinos denuncian.

El presidente del PAR-Zaragoza, Jesús Martin explicó que “los vecinos nos han mostrado su hartazgo y exigido una intervención inmediata del Ayuntamiento de Zaragoza para sanear y reparar las instalaciones del puerto fluvial.  También ha solicitado una mayor presencia policial en el entorno. El Puerto de Vadorrey, ciertamente, está abandonado por el consistorio. Nos cuentan los vecinos que incluso a los empleados municipales se les dan órdenes de llevarse los focos led para emplearlos en otros lugares, dejando sin apenas iluminación estas instalaciones que utilizan cientos de piragüistas y vecinos de la ciudad”.

Según Iberflumen, “las agresiones de vandalismo que estamos padeciendo solo se pueden enmarcar en una realidad social auspiciada por el desamparo al que nos somete la dejación de funciones, que correspondería a los servicios municipales, a los policiales y jurídicos competentes”. “Estamos frustrados y nos sentimos impotentes. Queremos que de una vez por todas se reconozca nuestra situación para que se intervenga de una vez. El fin de semana donde se produjeron una vez más actos vandálicos en el Puerto de Vadorrey toda la prensa se volcó con nosotros, pero las cosas siguen igual”, añade Pablo Polo Sicilia.

A la asociación Iberflumen le intentaron robar el motor fueraborda que se utiliza para la ofrenda fluvial: “para ello rompieron cuatro cadenas, destrozaron una embarcación en la que cargaron el motor que pretendían robar, destrozaron elementos menores en las dos falúas con las que realizamos paseos ciudadanos de modo altruista”, explican.

“Por causas que desconocemos, abandonaron la embarcación y el motor. Se nos dio aviso telefónico de que una de nuestras embarcaciones estaba siendo arrastrada por la corriente sin tripulación alguna. Pero es que hay más: la noche siguiente, los vándalos regresaron y hundieron una de las falúas, además de dañar una piragua de competición de ocho remeros abandonándola en la caja del puerto semihundida y hundieron un dinghy”, explica Pablo Polo Sicilia.

Según Jesús Martín, “los actos estaban precedidos por otros, con rotura de ventanas, robos de tablas y una bicicleta de dentro del hangar. El abandono de la instalación es total y la desidia se ve por todos lados. La bocana del puerto está ciega por la vegetación y el vaso del puerto ha sido colmatado por los lodos”.

Están absolutamente indignados:  “Las luces de gálibo, que previenen contra accidentes en la dársena, son inexistentes. La fuente pública ha desaparecido, la tierra de las jardineras ha sido sacada por las riadas y las velas que identifican el restaurante y la instalación están rasgadas. Los toldos de la terraza y la persiana han sido destrozados, y arrancada la puerta y la de entrada de las embarcaciones. Las ventanas de vestuarios violentadas, los paravientos de la terraza rotos, la puerta de la parte está sin bisagras lo que posibilita que se realicen botellones dentro del local”, argumentan tras la visita “in situ”.

Martín indicó que el paseo de reconocimiento había sido muy triste: “hemos comprobado que las cámaras están inutilizadas y han desaparecido los focos. Como dicen los vecinos, están siendo víctimas de unos vándalos. Aunque nos digan que pueden son actos puntuales -incluso así difícilmente se pueden justificar- se repiten una y una vez y los vecinos no tienen acceso a los medios ni a los recursos para mantener las instalaciones de manera adecuada”.

Según le han transmitido los vecinos, “la solución pasa por colocar un sistema de alumbrado de dos modalidades complementarias, una permanente de cuatro focos apoyado por otro disuasorio de otros cuatro focos, activado con detector de presencia temporal, montado sobre los postes ya existentes, por restituir el funcionamiento de cámaras y montar un vallado que limite el acceso a la zona de embarque, por asignar entrada de ronda al puerto a las patrullas de la policía local con especial atención en los fines de semana”.

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