El Partido Aragonés expresa en la DPH sus criterios y compromiso de trabajo y colaboración para los altoaragoneses

El Partido Aragonés expresa en la DPH sus criterios y compromiso de trabajo y colaboración para los altoaragoneses

Los diputados del Partido Aragonés han expresado, en la sesión de constitución de la Diputación de Huesca (DPH) para el mandato 2015-2019, su compromiso de trabajo y colaboración por el desarrollo de los proyectos y servicios que los altoaragoneses necesitan. Con una reivindicación de la tarea diferente de las entidades locales, de atención a los vecinos del medio rural, del valor del consenso y de la prioridad por la creación de empleo y bienestar, el PAR garantiza su disposición al entendimiento y cooperación, que ha plasmado votando favorablemente la elección del nuevo presidente, Miguel Gracia (PSOE), como un gesto significativo. Joaquín Serrano, Javier Betorz y Luis Estaún, diputados del Partido Aragonés en la DPH han tomado posesión de sus cargos en la sesión constitutiva de la institución y, de inmediato, han fijado los criterios que determinarán su labor.

Así, a través del discurso del portavoz y secretario general del PAR, Joaquín Serrano, han planteado una triple reivindicación. Por un lado, la defensa de la importancia de la tarea de las entidades locales para transformar la realidad y «mejorar de las condiciones de vida de los ciudadanos». Según Serrano «parecería que sólo las decisiones que se toman en Bruselas, en Madrid o como muy cerca, en Zaragoza, son las verdaderamente importantes» de manera que incluso se cuestiona «la utilidad de las diputaciones, comarcas y ayuntamientos, hasta el punto de proponer su eliminación», a pesar de que «en Aragón son imprescindibles» por la especiales características de la Comunidad. Por ello, «debemos reivindicar con orgullo las pequeñas cosas, la cercanía, la relación directa, las decisiones que aquí tomamos con ese enfoque de proximidad, de conocimiento del territorio, pegadas al suelo y a las esperanzas de las familias y vecinos. En una comunidad como es Aragón, tenemos que alzar la voz para hacernos oír y para dejar bien claro que más allá de los límites de Madrid y de Zaragoza, miles de personas reclaman con Justicia, la atención que requieren y a la que tienen derecho».

Para el portavoz del Partido Aragonés, «esa meta de defensa de la estructura y organización que los aragoneses nos hemos dado a través del Estatuto y por consenso, conlleva también responsabilidad. Esta es la segunda reivindicación. No basta con defender lo de siempre, lo mismo, lo que hemos venido haciendo durante años. Hay que innovar y hay que asumir tanto las reformas que sean precisas como una manera de conducirse que nos convierta en ejemplo. Debemos aplicar rigor y eficiencia en la administración pero al tiempo, ser también punta de lanza de las actitudes de transparencia, honestidad, diálogo, acuerdo y colaboración que la sociedad demanda en general a todos sus representantes».

Tras reconocer que el sistema indirecto de elección de los diputados provinciales supone un déficit, «debemos compensarlo con más trabajo, con más actividad por parte de la diputación y, en especial, siendo diferentes a otras instituciones». Esa distinción, a juicio del Partido Aragonés, debe producirse «cultivando los grandes acuerdos entre los grupos de la institución, más allá de cualquier conveniencia de partido o de sigla. Esa cultura del consenso no puede perderse sino al contrario, tiene que ser especialmente significativa y excepcional en este mandato, para sacar adelante los servicios, las iniciativas, los acuerdos que aporten beneficio a los altoaragoneses», sin reproducir las discrepancias radicales de otros foros.

Finalmente, «la tercera reivindicación tiene que ver con la propia gestión y expectativas de la institución en un momento especial», ha explicado Serrano. En su intervención ha afirmado que «la recesión ha terminado pero la crisis no ha acabado, sigue habiendo una tasa insoportable de paro, la recuperación no ha llegado hasta las familias porque los empleos reúnen unas condiciones que no admiten más que la supervivencia, porque los servicios no han retornado a su estado previo, porque lógicamente y como consecuencia de todo ello, se mantiene el malestar, la insatisfacción y el miedo» en la sociedad, por lo que «la Diputación tiene que llevar a cabo una potente aportación a lograr que la recuperación sea verdadera. Tenemos que conseguir entre todos, junto con el resto de las administraciones públicas, junto con la sociedad, que estos cuatro años que ahora comienzan sean definitivamente los años en que digamos adiós a la etapa más dura desde la posguerra». Por ello, ha priorizado la creación de empleo y bienestar, al tiempo que «reivindicamos el desarrollo, porque en el Alto Aragón tenemos demasiadas asignaturas pendientes. Debemos mantener en firme proyectos como, por citar un ejemplo, las comunicaciones pirenaicas, incluyendo la travesía central que algunos quieren enterrar para siempre».

Bajo estos criterios, los diputados del Partido Aragonés han anunciado que mantendrán su actitud de «diálogo, sin discriminación, sin límites, con la única y plena voluntad de colaborar a favor de los altoaragoneses», y para «hacer de esta Diputación, todavía más, una palanca que mueva las dificultades y los inconvenientes, que levante todo el potencial de esta tierra y de sus gentes». Señalando la necesidad «de grandes acuerdos, de cooperación leal entre todos para salir adelante» y «en coherencia con estas ideas, el Partido Aragonés vota a favor de la elección del presidente [Miguel Gracia-PSOE]. Lo hacemos sin condiciones y sin contraprestaciones, ni reparto de puestos o áreas. Lo hacemos como un gesto que quiere simbolizar y plasmar nuestras convicciones sobre la manera de trabajar en esta Diputación», con respeto a todos los grupos «con quienes estamos resueltos a trabajar, con esta herramienta al frente de la que nos han puesto los altoaragoneses».

«Esta es la decisión y la motivación de los diputados del Partido Aragonés, con la vista puesta en que este mandato no es un mandato cualquiera sino un momento quizá histórico. Está en juego el presente y el futuro de la institución, de la confianza que sepamos ganarnos, de la labor que seamos capaces de realizar, pero sobre todo está en juego el presente y el futuro de miles de ciudadanos, personas que esperan y exigen de todas las instituciones, también de ésta, un trabajo limpio y eficaz. Esa es nuestra principal obligación y a ella nos dedicaremos», ha concluido Serrano.

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