Por fin ha comenzado una nueva etapa para el Partido Aragonés y para todos los que somos miembros, militantes, afiliados y simpatizantes de este partido histórico. Tras el congreso del pasado sábado, hemos cerrado un episodio muy triste para quienes creemos en este partido y en lo necesario que es para Aragón. Una etapa en la que se ha hablado del Partido Aragonés por las acciones en los tribunales y las escisiones, en lugar de hablar de todo lo que cada día hacen sus alcaldes, concejales y militantes para mejorar la vida de sus vecinos y en definitiva de todos los aragoneses.
A partir de ahora, quienes creemos en este proyecto esperamos que sea un partido libre, independiente, en el que podamos acometer, quienes estamos y queremos estar en el partido, un reforma profunda que nos permita trabajar por el territorio. Tenemos fuerza para seguir, a pesar de todas las zancadillas que nos han puesto, y queremos que nos dejen trabajar con libertad, para atender las necesidades de los vecinos y de todos los aragoneses.
Porque estamos convencidos de que en la política en general, y la aragonesa en particular, en la que los extremos mandan y destruyen en vez de construir, es más necesario que nunca un Partido aragonés, de centro, que recoja el sentir de la gente moderada, sensata, que es la mayoría.
Tenemos la ilusión de quienes han querido sumarse a este partido, y que tras el calvario judicial van a poder hacerlo, siendo militantes de pleno derecho, y que participarán en la renovación del partido que ya ha empezado a andar, bajo la dirección del presidente Alberto Izquierdo. Próximamente se constituirán los comités del partido en el ámbito local, comarcal e intercomarcal, así como la convocatoria del Consejo Territorial, que es el máximo órgano entre congresos. Porque lo que queremos es estar preparados para ser realmente una alternativa en las próximas elecciones autonómicas, una alternativa aragonesista y de centro, aglutinadora e ilusionante. Y lo vamos a demostrar.